Una forma relativamente fácil de componer un canon a la octava es limitarse a un patrón armónico repetitivo. Puede ser tan sencillo como el siguiente canon donde Konrad Max Kunz usa un patrón armónico de solamente 2 acordes:

El canon de Pachelbel es un ejemplo más elaborado de esta fórmula. La progresión armónica se compone de 8 acordes que se repiten con una pequeña variación en el penúltimo acorde (señalada en rojo). Ambos acordes tienen función de subdominante y solamente una nota de diferencia (el mi del ii grado):

  1 2 3 4 5 6 7 8
Re mayor: I V vi iii IV I ii6/5
IV
V7

Encontramos numerosos ejemplos de cánones a la octava construidos de esta manera, sin embargo, el Canon alla ottava de Bach prescinde de este sencillo método y demuestra un grado de complejidad mayor.

El canon se basa en la forma invertida del sujeto del Arte de la fuga.

Sujeto original del Arte de la fuga:

Sujeto invertido:

He aquí el sujeto del canon con las notas del sujeto invertido marcadas en rojo:

El sujeto es presentado por la voz superior. Al ser imitado por la voz inferior podemos precisar el plan armónico:

Este plan armónico no va a repetirse a la Pachelbel. Bach usará sus destrezas armónicas para variarlo en cada imitación. Veamos...

©2017 José Rodríguez Alvira. Publicado por teoria.com


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